Los préstamos personales, mini créditos y préstamos sin aval son muy comunes. ¿Para qué se pide dinero en España?

Hablar de dinero prestado a menudo supone pensar en comprar una vivienda, un vehículo o poner en marcha un negocio. Y es normal, ya que debido a su coste, estos han estado ligados a que una entidad bancaria nos preste el capital necesario para conseguirlo. No obstante, el mundo de los préstamos es mucho más amplio, como lo demuestra el auge de los créditos personales online y otros parecidos. ¿Para qué se pide hoy dinero, aparte de para comprarse una casa o un coche? Estos son algunos de los motivos más habituales.

Gastos imprevistos

No hace demasiado tiempo, tras la vivienda y el coche se encontraban los préstamos de estudios. Sin embargo, los préstamos sin aval, de cantidades pequeñas y plazos de amortización de unas semanas, están avanzando a un ritmo muy alto. En la red encontramos muchas empresas que ofrecen préstamos sin justificación de nómina, con respuesta inmediata. Estos créditos se utilizan sobre todo para cubrir imprevistos, como una avería o facturas con las que no se contaba y que pueden hacer muy complicado llegar a fin de mes.

Uno de los atractivos que ofrecen estos mini créditos urgentes es que a veces es posible encontrar alguno que no tiene gastos de ningún tipo. Incluso hay empresas que ofrecen un primer crédito sin intereses. Las cantidades son limitadas, pero suficientes para cubrir alguna de esas sorpresas que suben llegar cuando los fondos familiares están bajo mínimos.

Préstamos para estudiar

Desbancados por los créditos para llegar hasta el día de pago, los préstamos de estudios son el único recursos que tienen algunos jóvenes para poder costearse estos. Normalmente se destinan a pagar los gastos de matrícula en la universidad, aunque también hay estudiantes que quieren mejorar sus currículum y hacer un máster, para lo que piden este tipo de créditos.

Aunque hay excepciones, normalmente estos créditos son específicos, y algunas entidades cuentan con líneas de crédito destinadas a los estudiantes, que por algún motivo no pueden conseguir una beca o que simplemente deciden pagarlo todo de una vez e ir costeando los estudios poco a poco, pagando las cuotas del banco.

Emprender un nuevo negocio

Ahora que el mundo laboral ha cambiado de forma considerable, trabajar por cuenta propia es cada vez más habitual. A veces es posible hacerlo sin una gran inversión, mientras que otras ideas requieren empezar con un capital que permita dar los primeros pasos. El problema es que los créditos son muy escasos, en comparación con los proyectos que se quieren desarrollar.

Siempre es posible usar algunos recursos que reduzcan los costes, como un programa facturacion gratis, con el que se pueden gestionar los ingresos y los gastos de la empresa, una vez que esta está en marcha. Aunque seguirá haciendo falta que alguien apoye la idea con capital.

Dependiendo de la magnitud del proyecto, hay quien ha hipotecado su casa para conseguirlo. Otros han recurrido a otras fórmulas, como préstamos para cualquier finalidad, que no exigen dar explicaciones de cómo se usará el dinero.

Un consejo si estás pensando en pedir un crédito

Bien para alguno de estos puntos que hemos mencionado, o para cualquier otro, si te están planteando pedir dinero prestado es importante que evites hacerlo de forma innecesaria. Lo único que harás será limitar tu capacidad de crédito cuando de verdad te haga falta, sobre todo si te retrasas en algún pago.

Lo ideal es calcular los gastos siempre que sea posible, y dejar espacio para posibles imprevistos. Además, hay que mirar muy bien las condiciones de cada crédito, en especial cuando alguna oferta es tan buena que parece poco realista. Lo mejor es no pedir dinero a no ser que realmente te haga falta para algo importante.