Los expertos de Clínica Dehesa explican en qué casos conviene realizar una implantación
El implante dental es una solución médica que consiste en mantener una pieza bucal artificial en su sitio, sustituyendo la raíz que falta de un diente. Debido a los avances médicos de las últimas décadas y a la excelente profesionalización de los maxilofaciales, el implante dental se ha convertido en la mejor solución a la hora de reponer los dientes perdidos. Debido a ello, los expertos en implantes dentales Zaragoza de Clínica Dehesa explican cuándo es necesario realizar un implante dental:
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Sustitución de un diente. Esta técnica es especialmente aconsejable cuando una persona ha perdido uno de sus dientes. Con esta intervención, que tiene una finalidad completamente funcional, el paciente puede volver a tener una masticación normal prácticamente sin dolor. En estos casos, la intervención se limita a colocar el implante en el hueco y a cubrirlo con una corona de porcelana. En estos casos no hay que tallar los dientes contiguos como se hacía en el pasado.
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En pacientes con grandes huecos entre los dientes. Hace años, la opción más común, cuando se podía hacer, consistía en hacer un puente convencional. Sin embargo, el implante dental se ha erigido ahora como la mejor opción.
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Pacientes desdentados. Estos casos suelen ser los más frecuentes que llegan a las clínica. Se trata de situaciones en los que los pacientes carecen de dientes y en ellos no se pueden sujetar las prótesis (dentaduras postizas), lo que genera graves problemas en su vida diaria. Engorros a la hora de masticar y en la imagen son algunos de los problemas que tienen los pacientes desdentados, quienes hoy en día pueden someterse a una intervención de implantes dentales para dar estabilidad, retener y sujetar la prótesis.
Según explican estos expertos en implantes Zaragoza, existen dos tipos de implantes dentales:
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Implantes subperiósticos. Estos implantes no se atornillan al hueso sino que es un tipo implante sujetado por las encías.
Implantes endoóseos. Son los más habituales y se colocan quirúrgicamente por un cirujano maxilofacial. Consisten en sustituir la raíz del diente, que ya no existe, por un tornillo que está insertado en los huesos maxilares o en la mandíbula